Conoce los mitos y verdades sobre el famoso bótox

Es sabido que con el transcurrir de los años, nuestra piel va cambiando, y conforme avanzamos en edad comenzamos a notar líneas de expresión muy marcadas, arrugas y uno que otro surco en nuestro rostro.

Es natural en todas las personas, y no hay motivo por el cual sentirnos avergonzados, ya que simplemente es la expresión de todas las experiencias que hemos vivido, y el resultado de nuestras gesticulaciones.

Sin embargo, no todas las personas se sienten cómodas con este tipo de cambios naturales, y desean alterar un poco la apariencia para retardar, lo más posible, aquellas características que revelan a los demás un aproximado de nuestra edad.

Si quieres ser de esas personas que se mantienen jóvenes para siempre, seguro has considerado utilizar la técnica del bótox, un tratamiento que rejuvenece nuestro rostro y corrige la aparición de líneas de expresión y arrugas.

Con el pasar de los años, esta práctica con fines estéticos ha sido estigmatizada, y se han creado una cantidad de mitos falsos alrededor de la misma, pero en este artículo vamos a descubrir la verdad detrás de todas esas historias.

¿El bótox causará que pierda mi expresión facial?

Muchas personas dicen que el bótox trae como resultado una apariencia antinatural, y una falta de expresión en nuestro rostro, pero no existe nada más alejado de la realidad.

Este efecto sucede en personas que han tenido una mala aplicación con otra clase de tratamientos con infiltraciones en la piel, ya que el bótox en realidad está destinado a propiciar la relajación muscular facial de la parte superior de la cara.

Cuando es aplicado por un profesional que está cualificado, y tiene una experiencia avalada, obtendrán como resultado un rostro juvenil completamente natural.

Es importante tomar en cuenta que la cantidad de sustancia utilizada es determinada por las particularidades fisiológicas de cada paciente, y un exceso de la misma puede dar la impresión de hinchazón.

Para evitar cualquier complicación, o resultado indeseado, siempre debemos dirigirnos a un centro que se especialice en este tipo de tratamientos.

¿El bótox es una sustancia tóxica que nos hace daño?

El rumor de que el bótox es una sustancia química fabricada, que nos hará daño a la larga, es solo eso, un rumor. La realidad es que el bótox es completamente inocuo.

Estamos hablando de una proteína, que ha sido utilizada en diferentes especialidades médicas, desde hace ya más de 20 años.

Si estamos preocupados, nos relajará saber que la taza de complicaciones causadas por aplicación del bótox son extremadamente bajas, ya que no llegan a alcanzar siquiera un 1% de las aplicaciones.

Por supuesto, también hay que ser conscientes de que la aplicación debe ser espaciada, el tiempo más seguro para esperar entre una y otra aplicación es de cuatro a seis meses.

Dicen que cuando el efecto se pasa, las imperfecciones faciales se ven más que antes

Por alguna razón, hay personas que piensan que cuando pierdan el efecto del bótox sus arrugas serán más pronunciadas, pero esto no tiene ningún sentido lógico.

Como mencionamos anteriormente, esta proteína procura relajar el músculo, por lo que, contrario a la creencia popular, al desaparecer el efecto veremos suavizadas aquellas imperfecciones que teníamos en el rostro.

Recordemos que uno de los mayores beneficios de ésta práctica es, precisamente, que logra retrasar la aparición de líneas de expresión y arrugas.

Sí, es cierto que las que ya existían reaparecerán al perder el efecto, pero podrás notarlas mucho más suaves y delicadas.

¡El bótox duele y además te deforma los labios!

¡No! De ninguna manera podría deformarte los labios, ya que el bótox no es utilizado en esa zona, su indicación es únicamente para el área superior del rostro, como las famosas patas de gallo, las líneas de expresión la frente y el fruncimiento del entrecejo.

El relleno de labios es realizado con otro tipo de sustancias, que procuran darle volumen a esa zona del rostro, en ocasiones puede ser ácido hialurónico, pero nunca debe ser bótox.

¡Ah, y tampoco duele! Es una práctica no invasiva, y gracias a eso no se percibe más que un pequeño pinchazo debido a las microinyecciones.

De hecho, la aplicación del tratamiento dura únicamente 10 minutos en aproximado, y es de recuperación inmediata, lo que significa que el paciente puede desenvolverse con naturalidad desde el momento en que sale de su clínica especializada.

Así que ya tienes la información completa, no le temas a esta técnica, visita un buen centro especializado y cumple tu sueño de mantener tu rostro joven para siempre.